Las cicatrices patológicas son el resultado de un desarrollo anormal del proceso de curación de la piel lesionada. Esta clase de cicatrices son una complicación frecuente de las quemaduras, pero también pueden formarse después de perforaciones, cortes o incluso acné. A menudo, estas son cicatrices engrosadas, anchas y elevadas que a pesar de no ser peligrosas o amenazar la vida, pueden ser incómodas de muchas maneras. Suelen generar comezón y dolor cuando se frotan con la ropa o cualquier otro material, además pueden tener un efecto negativo en la forma en que las personas que las padecen se perciben a sí mismas; esto puede dar lugar a depresión u otras enfermedades psicológicas.
A veces, cuando nuestra piel sufre una lesión, las células del cuerpo llamadas miofibroblastos producen demasiado colágeno durante el proceso de curación. La sobreproducción de colágeno puede deberse a las siguientes razones:
Hay dos tipos de cicatrices patológicas que son similares pero que pueden requerir un tratamiento diferente por sus características específicas: cicatrices queloides e hipertróficas.
Estas son las principales diferencias entre cicatrices queloides e hipertróficas:
El tratamiento puede variar según el tipo de cicatriz patológica. Solicita una consulta de valoración médica. Tenemos métodos para mejorar su aspecto.